ADUÉÑATE DE TU DISFRUTE.

ADUÉÑATE DE TU DISFRUTE.

La idea de satisfacer nuestros propios deseos eróticos me resulta completamente absurda si en el proceso de dicha satisfacción una mujer no puede disfrutar plena, abierta y libremente de sus capacidades orgásmicas.

Es una realidad: si la experiencia sexual no es placentera (entiéndase, si no estás viendo fuegos artificiales), el deseo sexual disminuye en picada.

El problema es que la gran mayoría de nosotras aún no ha aprendido a responsabilizarse por su propio placer sexual, y dejan en manos de hombres inexpertos las tareas sexuales.

Tradicionalmente, existe una expectativa de que el hombre tenga vasto conocimiento de la actividad sexual.  ¡En la vida real, este pensamiento es la tragedia de muchas mujeres! Por lo tanto, es responsabilidad de cada mujer aprender, tanto en teoría como en práctica, sobre su sexualidad, sus gustos, sus preferencias, sus variadas respuestas y su potencial para experimentar placer, de manera que pueda entonces compartirlo con su pareja. ¿Cómo lo puedes lograr? De esta manera!

¡Autoconocimiento es poder! ¿Qué mejor instrumento de aprendizaje sexual que la masturbación? Con toda la negatividad que se le otorga a este tema, y el profundo tabú que aún en pleno 2022 existe al respecto, cabe destacar un “pequeño” y muy importante detalle sobre la masturbación – te hace poderosa.  Es la mejor fuente de conocimiento que tenemos con relación a nuestra sexualidad.  Y el conocimiento, es PODER.

La puesta en escena: una vez manejado y asumido el poder y el control sobre nuestra propia sexualidad, podemos enfocar en otros detalles que nos llenan y hacen mejor para nosotros la expresión sexual.  Uno de ellos es encontrar un ambiente idóneo para el sexo.  Ese ambiente puede variar grandemente de una persona a otra, de acuerdo a su estilo y personalidad… algunas prefieren crear un ambiente súper romántico (velas, pétalos de rosas rojas, fresas envueltas en chocolate y champán) mientras que otras prefieren un ambiente más fuerte y erótico (lencería provocativa, música fuerte, látigos, etc.).  Sean cuales sean sus estilos, si se quedan esperando que sus parejas provean el ambiente, es posible que les salgan canas en la espera.  Por lo tanto, pónganse en una posición de acción, y encárguense ustedes de sorprenderles con un ambiente bien planificado para el tipo de sexo que tengan en mente.  Nada mejor que el buen ejemplo para dar una leccioncita a sus parejas… seguramente les inspiren a que sorprenderlos con algo similar en el futuro.

Condimentando el encuentro: juguetes, aceites, plumas, vibradores, películas (alquiladas, o “home made”), fotografías, perfumes, música… todos son condimentos que pueden utilizar para avivar un poquito cada experiencia sexual.  Utilizar herramientas de expresión y placer ayudan precisamente a que se intensifique la experiencia sexual. Con esto no quiero decir que si usan vibradores o aceites en sus juegos sexuales de repente el sexo va a ser algo de otra dimensión… de hecho, ese tipo de experiencia se da también sin la necesidad de usar juguetes.  Pero si es algo que te llama la atención y de lo cual te has cohibido, la libertad de experimentar con ellos y permitirte disfrutar de “x” o “y” es un factor importantísimo en esa transformación de calidad sexual.

Encargarnos de satisfacer nuestros deseos sexuales es uno de los regalos más importantes que cada individuo puede hacerse.  Recuerden siempre que la relación sexual más importante que van a tener durante todo el transcurso de sus vidas, es la que tienen con ustedes mismos.

No permitan que miedos, tabúes, normas sociales, “decencias” e ignorancias se interpongan en el camino de su crecimiento como seres humanos.  Exprésense, libérense, apodérense de ustedes mismos, y aprendan a satisfacer sus propios deseos.  ¡Que disfruten!

Para saber más contáctanos, estaremos dispuestos también en atenderte en nuestras sex shop ubicada en la ciudad de Barranquilla.

Sí deseas descubrir e informarte más, te invitamos a que leas nuestras otras guías de nuestra Sex Shop en Barranquilla Sexto Sentido.

¡De nada! 😉

 

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